Santa cruz de Tenerife, Curso la tecnología del helado Artesano, invierno 2019
He disfrutado realizando el curso La tecnología del helado artesano. En un principio, me decantaba por realizar el curso helados artesanos sin azúcar añadidos y Carlos Arribas, me aconsejo, en un primer contacto por correo electrónico, que era preferible ejecutar previamente el del helado artesano, pues, tendría que aprender a formular y, sin este requisito indispensable estaría bastante perdido y, no le faltaba razón. Le agradezco muchísimo la recomendación.
Sinceramente, es un curso bastante intenso, 5 días, pero la verdad que no encuentro la mejor manera de abordarlo, ya que, por una parte, provengo de una isla y el coste que me supone trasladarme y hospedarme en la Península es elevado, y, por otra, adquieres conocimiento en corto plazo. Yo había leído algo sobre el tema, pero nada que ver con la realidad. En un primer momento, lo único que se me venia a la cabeza era: tierra trágame, pues desconocía que un helado bien ejecutado procede de un conjunto de formulas, que explicadas por Carlos Arribas se hacía fácil de entender. Es un excelente comunicador, una persona incansable y muy tenaz, el cual, no cesaba en su empeño en que todo el mundo comprendiese lo explicado, sin tener presente, en ningún momento, el horario preestablecido, ya que a él le compensaba mas no dejar la explicación a medias, solventando las dudas, que el cumplimiento exhaustivo de la agenda fijada, creando un entorno propicio de colaboración y estimulador de ideas. Todo ello, lo complementa con un material adecuado, que nos facilito al comenzar el curso y, nos permitió afianzar el conocimiento. Además, en el obrador contaba con maquinaria profesional enteramente a nuestra disposición. de todo lo descrito, se puede deducir que es una persona de trato llano, cordial y solícita, el cual, iba a comer con nosotros todos los días, circunstancia que me gustaría reseñar, pues ni entraba en sus cometidos ni, estaba obligado a ello, generando un buen clima entre compañeros; incluso, un día nos invitó a comer a la sociedad gastronómica de la cual es miembro y en ese momento, caí rendido a sus pies, y creo que demuestra lo buen tipo que es. Alternaba, simultáneamente, teoría con practica, un método, desde mi punto de vista eficaz para consolidar lo estudiado; en clase no solo cogíamos apuntes y elaborábamos los helados, si no también los probábamos. En definitiva, doy las gracias a internet por permitirme conocer el mundo del helado a través de Carlos y, acorde a lo aprendido y vivido con compañeros y profesor, repetiría mil veces.