De La Línea de la Concepción, Cádiz.
Me gustaron especialmente las clases porque enseña a formular desde cero, con lo que es posible realizar cualquier helado y no se trata de una repetición de recetas ya preformuladas. Carlos Arribas me pareció un gran profesional y una persona excelente y muy agradable que se desvivió por enseñar, hacer las clases amenas, contestar a absolutamente todas las dudas, nos mostró casos prácticos en alguna heladería y aspectos desde pequeños detalles de montaje de un local hasta márgenes, etc, al margen de la magnífica forma en que nos atendió a nivel personal durante toda la estancia en Zarautz. Dos únicos peros: intentaría mejorar las sillas porque no son nada cómodas para estar tantas horas sentados y me habría gustado manejar más práctica, realizar algún helado más «in situ» para aplicar conocimientos.