El curso que realicé me pareció muy interesante para un pastelero como yo que no tiene ni idea de heladería, pues al acabarlo tenía una idea clara de que la heladería es algo más que utilizar un libro de fórmulas suministrado por un proveedor. Creo que un pastelero podría elaborar helado como hobby, simplemente. Volviendo al curso en si, también me pareció ameno por ser reducido en número y con buen ambiente entre los participantes. En resumen, animar a que hagan el curso todo aquel que sienta curiosidad por el mundo de la heladería, pertenezcan o no al mundo de la gastronomía, ya que es un lujo tener un heladero como Carlos Arribas y su equipo tan cerca.